Qué ver en Málaga en un día

Si dispones de poco tiempo pero no quieres perderte la esencia de esta vibrante ciudad andaluza, aquí te mostramos qué hacer en Málaga en un día. Ya sea que estés de paso, llegues en crucero o quieras aprovechar tu última jornada antes de volar, esta guía te ayudará a disfrutar al máximo de la gastronomía local y del encanto histórico que hacen de Málaga un destino al que seguramente querrás regresar.

Málaga, ubicada en el sur de España en la provincia de Andalucía, es un destino imperdible. Es común que recibamos visitantes que se alojan en las playas de Cádiz o en ciudades y pueblos cercanos como Torremolinos, Marbella, Frigiliana o Nerja, que vienen solo por el día o pasan una noche en la ciudad.

A continuación, te comparto mis recomendaciones para que aproveches al máximo tu tiempo y consideres regresar para disfrutar más de lo que Málaga tiene para ofrecer.

Mañana: Playa y centro histórico

Comienza tu día con una visita a una de las dos playas más cercanas al centro: La Malagueta, justo al lado del Muelle Uno, hacia el este del puerto, o la playa de Huelin, al lado oeste del puerto. Si prefieres, puedes dejar la playa para ver el atardecer después de recorrer la ciudad.

Luego, dirígete al centro histórico, comenzando por la calle Larios. Esta calle peatonal con su hermoso piso de mármol blanco tiene un tráfico constante de personas, y su decoración cambia constantemente con las actividades que auspicia Málaga durante todo el año.

Puedes tomarte un helado en Casa Mira, una de las heladerías preferidas por los locales, aunque nuestros preferidos son Santinis Gelato y Gianduia Gelateria, con un estilo más italiano.

Antes de llegar al final de la calle Larios, que desemboca en la Plaza de la Constitución, tienes la opción de entrar por el Pasaje Chinitas, un pequeño recorrido muy particular que te recomiendo especialmente recorrer durante la noche.

Mediodía: Historia y tapas

No muy lejos de la calle Larios, encontrarás el Teatro Romano, una estructura que se mantiene intacta, justo al lado de la Alcazaba de Málaga, coronada por el precioso Castillo de Gibralfaro.

Frente al Teatro Romano, tómate un momento para entrar en el famoso restaurante El Pimpi. Aunque suele haber fila para comer, puedes saltarte la espera y entrar directamente para tomar algo y disfrutar de una tapa en uno de sus tres ambientes adicionales.

El ambiente es encantador, con un precioso jardín andaluz interno lleno de macetas y flores. Solo atravesar el restaurante de un lado a otro te permitirá sentir una inmersión en la cultura andaluza.

Desde aquí, sigue caminando hacia la Plaza de la Merced, llena de vida con restaurantes y bares. Durante la primavera, los majestuosos árboles de jacaranda la visten de color, llenándola de encanto entre mayo y junio, convirtiéndola en uno de los lugares más visitados de Málaga.

Después, dirígete a la Plaza frente al Teatro Cervantes, un lugar tranquilo que destaca por su aire histórico.

Si ya tienes hambre y no quieres nada muy especial, sino salir del paso, ahí puedes encontrar comida rápida muy accesible como falafels, shawarmas y pizzas.

Estos puestos están abiertos casi toda la noche; la opción para los que deciden tomar partido de la noche nocturna de Málaga, que por cierto, es muy agitada de lunes a lunes.

Tarde: Arte y cultura en el Soho y alrededores

Luego, dirígete al Parque Botánico y recórrelo por dentro. Este parque alargado separa el área del puerto del centro histórico y provee una sombra refrescante para resguardarse del calor. Desde aquí, continúa hasta la Plaza de la Marina y adéntrate en el área del Soho, que en el pasado fue un barrio decadente, pero que en los últimos años ha sido revitalizado. Hoy es uno de los barrios más de moda, lleno de restaurantes y bares con una excelente oferta gastronómica.

Lo que hace único al Soho son sus edificios decorados con impresionantes grafitis del artista Roa, conocido por sus murales en blanco y negro de animales a gran escala. Este arte urbano convierte al barrio en un museo al aire libre. Además, encontrarás varios cafés y bares acogedores.

Si estás explorando la ciudad y buscas un lugar acogedor para recargar energías, encontrarás una gran variedad de cafeterías y bares encantadores. Para los amantes del café de especialidad, una parada obligada es Nina Café de Especialidad, en el barrio de Huelin. Este lugar ofrece un café recién molido excepcional y una selección de delicias que no te puedes perder.

Uno de sus grandes atractivos es el chipá, un pan de queso sin gluten originario del noreste de Argentina y Paraguay, conocido por su textura elástica y su delicioso sabor salado. Además, utilizan esta misma masa de chipá para reinventar el clásico pitufo malagueño—nuestro favorito fue el Caprese, lleno de frescura y sabor.

No te vayas sin probar sus alfajores argentinos hechos con harina de almendra, su tarta de zanahoria, que es increíblemente húmedo, y su brownie, denso y lleno de sabor, ¡una verdadera delicia! Todo esto en un ambiente relajado, donde podrás disfrutar de buena música gracias a su consola (incluso puedes llevar tus propios discos de vinilo). Es el lugar perfecto para desayunar con calma, disfrutar de un buen café, picar algo rico o avanzar en tu trabajo en un entorno amigable y tranquilo.

Si prefieres un lugar con varias opciones de café de especialidad y una tentadora selección de dulces y salados, Santa Coffee es otra gran alternativa. Con varias sucursales distribuidas por Soho y el centro de la ciudad, ofrecen opciones para todos: regulares, veganas y sin gluten. Ya sea que te apetezca un café perfectamente preparado o un trozo de tarta, la atmósfera acogedora y la calidad de sus productos hacen de Santa Coffee una parada ideal, tanto para relajarte como para llevarte algo delicioso mientras sigues tu camino.

Nuestros favoritos son Bar La Pechá, para los mejores vermouts, Atrezzo para las mejores pizzas estilo napolitano (te recomiendo la Pizza Atrezzo si lo tuyo son las trufas) y para una buena paella y ensaladilla rusa, Cb23 (Antigua Casa de Botes).

Atardecer: Catedral y Muelle Uno

Desde el Soho, dirígete hacia la Catedral de Málaga, conocida como "La Manquita" por su torre sur incompleta. Su arquitectura es una mezcla de estilos gótico, renacentista y barroco. A su alrededor, los jardines ofrecen un espacio verde perfecto para un breve descanso.

Frente a la catedral, destaca el Centro Cultural Fundación Unicaja, con exposiciones temporales de artistas locales e internacionales. También encontrarás la Fuente de la Plaza del Obispo, una fuente barroca del siglo XVIII que preside el centro de la plaza, ideal para una pausa fotográfica con la catedral de fondo.

Si aún te queda tiempo, puedes terminar tu día en el Muelle Uno, recorriendo el paseo de compras donde desembarcan los cruceros. Aquí también puedes hacerte una foto con el colorido Museo Pompidou de fondo.

Noche: Tapas y ambiente malagueño

Para terminar la jornada, si tienes un momentito para una caña, un vinito y unas tapas, no dejes de ir a La Tranca, que tiene un ambiente malagueño fantástico. Este es un lugar donde se encuentran a diario turistas y locales, desde el mediodía hasta pasadas la medianoche.

Quizás tengas suerte y hasta te toque ver locales bailando flamenco en el mejor de los casos y sino disfrutarás de un montón de música vintage que los pone a cantar y a recordar a todos.

Se come y se bebe principalmente de pie, si tienes suerte te podrás agarrar uno de los barriles o sentarte en la barra. La cocina es rápida y económica. Si tienes que elegir tres tapitas, te sugiero las empanadas de espinaca, los pimientos de padrón, y alguna de sus tortillas. Si te molestan las multitudes, intenta ir antes de las 8:30 pm.

Una opción más tranquila pero con el mismo estilo, es el bar que está en diagonal que se llama El Colmado. Cuando salgas de ahí te puedes dirigir a tomar un helado a Santinis, sobre la calle carretería.

Sino, diríjete a la Plaza Uncibay y ahí tienes La Dolores, para tapas muy tradicionales.

Si prefieres algo barato, delicioso e italiano, también en la Plaza Uncibay, pasa por Spago’s, un restaurante exclusivamente de pastas, en donde tiene un menú sencillo en donde solo debes elegir la pasta y la salsa, comes rápido y muy bien. Ojo, solo tienen unas cuatro mesitas, pero rotan muy rápido.

Consejo final

Si pasarás una noche en Málaga, te recomiendo dejar el recorrido por el centro histórico para la noche. ¿Por qué? La iluminación nocturna de sus edificios es preciosa y te permitirá admirar su arquitectura mucho mejor. Además, si visitas en los meses cálidos, el centro será mucho más disfrutable por la noche cuando las temperaturas bajan.